El mundo nunca es suficiente
“Si hubiéramos ganado, no me preguntarían por el juego realizado. Da igual si no juegas a nada, siempre y cuando ganes al final. El fútbol depende de los resultados». Cristiano Ronaldo resumía, sin saberlo, la esencia del fútbol clásico, pragmático y maquiavélico que ha llevado al Madrid a consumirse a poco más de media Liga. Esa “nada” futbolística diametralmente opuesta al todo azulgrana, núcleo diferencial que va más allá de los simbólicos cuatro puntos que los separaban en la tabla y que hoy son circunstancialmente siete. Ahora y antes los mediaba un mundo.
Que el mejor Barça de la historia sólo le sacara cuatro puntos al Madrid se debía tan sólo a ese afán competitivo-orgulloso-peleón, tan intrínseco y admirable de los blancos. Con un once sin rotaciones, el Madrid ganaba los últimos partidos apurando, justo de fuerzas y por el empeño persecutor de Cristiano Ronaldo. Se agarraba a las cuerdas y ha caído a la lona en el séptimo asalto. ¿KO?
Si tenemos en cuenta que el Barça despedazó al Madrid, que sólo se ha dejado cinco puntos en la primera vuelta, que se trata del equipo menos humano que ha dado el fútbol en los últimos cincuenta años, que aniquila récords y que sale aplaudido de los campos rivales, entonces sí, apaguemos la Liga más desigualada de la historia y dediquémonos a la Premier League, más emocionante, más humana y más competida. Al menos, hasta que llegue la Champions.
O también podemos activar el modo clásico culé y ver un punto oscuro en esta nueva situación. Porque el estadio natural de un Barça tensionado, presionado y perseguido por un incansable Real Madrid se ha roto lejos de terminar la Liga. Los de Guardiola deberán mantener la tensión en una segunda vuelta que les depara visitas consecutivas a Mestalla, el Sánchez Pizjuán, El Madrigal y el Bernabéu. Cuatro partidos difíciles que auguran una segunda vuelta más competida, con Champions de por medio, y que a regañadientes nos obliga a decir que sigue habiendo liga, que el Madrid es mucho Madrid y que el mundo nunca es suficiente.
DISCURSO DEPORTIVO 
Bravo
d1
d1
31 enero, 2011 at 11:31 AM
Robert.Hace unos 20 años un tal Clemente ya decia que en futbol lo unico importante era el resultado y no la forma de jugar y se le criticaba a muerte ahora un tal Mou dice lo mismo y es Dios. En el futbol actual que se mueve más por terminos economicos que en terminos deportivos la maxima es GANAR Y GANAR de la forma que sea.Primero impera el resultado y depende de este se habla de futbol
ramos
31 enero, 2011 at 11:43 AM
Hola.
Molt bo.
Quiero disentir un poco de lo que opina Ramos. Bueno, no de lo que opina, sino de lo que creo que intenta decir.
Yo creo que TODOS los equipos y TODOS los entrenadores y jugadores del mundo quieren, ante todo, ganar (incluyendo a Arsène Wenger).
Me da la impresión de que nos han querido colar una milonga con el tema de «jugar bonito vs ganar». Como bien dice Ramos, esto ya se discutía en los tiempos de Clemente, oponiendo su filosofía a la de Cruyff. Y vamos, creo, que si lo que se pretendía era decir que Clemente, lo que quería era ganar ante todo y que, en cambio, el objetivo de Cruyff era jugar bien antes que ganar, eso es totalmente falso. Dudo que sea fácil encontrar a un tío más competitivo que Cruyff.
Otra cosa es que nos guste más o menos la forma en que se consigue la victoria. Pero eso pasa en todos los deportes. Por ejemplo, Arantxa Sánchez-Vicario ganó partidos (y torneos) muy importantes a Steffi Graff, pero, a mí, me gustaba mucho más la forma de afrontar los partidos de Steffi. Ojo! Todos los sistemas son igual de válidos. Pero yo prefiero ser yo quien lleve el peso del partido a tener que estar pendiente del contrario.
Joder, ¡Vaya ladrillo!
Salut!
maccacus
31 enero, 2011 at 5:15 PM